En una cocina lo primero es la funcionalidad, aun así, el diseño es un aspecto importante que convierte este lugar en el favorito para muchos.
Sobre la distribución y comodidad, profesionales aseguran que para hacer más práctico el cocinar, es necesario tener presente tres puntos conocidos como el triángulo imprescindible
esta teoría se refiere a la cercanía que se debe mantener entre el lavaplatos, la nevera y la estufa.
Las cocinas en forma de L son excelentes por su distribución, clásicas e ideales para todo tipo de arquitectura. Cuentan con dos lados conectados por una esquina, este diseño permite aprovechar mucho más el espacio.
Date una vuelta por estas 6 cocinas y descubre lo que este estilo tan sencillo puede lograr.
Una cocina en forma de L favorece el orden lo que se traduce en una mejor limpieza, fácil acceso y mayor almacenamiento.
Con esta distribución por lo general queda una pared libre, allí se pueden instalar más cajones o gabinetes y en ocasiones si las dimensiones lo permiten, un mesón paralelo.
Esta imagen pertenece a Oliver Pohlmann Photography
El diseño en L evita distanciar mucho los elementos del triángulo de trabajo, además, libera los posibles obstáculos entre ellos.
A esta distribución se le puede integrar una isla para maximizar el espacio con cajones o paneles, de igual forma, se puede aprovechar como área de trabajo o comedor auxiliar.
Nuevamente, la funcionalidad debe ser lo primero en una cocina y la mejor manera de conseguirla es adaptar cada espacio dependiendo su uso.
Una cocina integral y práctica tiene un área de trabajo y otra de limpieza. La extensión de cada superficie obedece a necesidades específicas, a pesar de eso, el diseño en L integra a la perfección ambos espacios.
Claramente una cocina es un lugar donde se desarrollan tareas que involucran calor, electricidad y humedad, además, aquí se manipulan elementos potencialmente peligrosos.
La sencillez del diseño en L permite que las conexiones eléctricas y de gas se instalen más fácil también beneficia la iluminación, el drenaje y la ventilación.
Un buen diseño de iluminación dentro de una cocina parte del nivel de actividad y la frecuencia de su uso, sin embargo, este espacio requiere por estética y seguridad una excelente iluminación.
Uno de los muchos beneficios de la distribución en L es el aprovechamiento de la luz natural en el día por medio de ventanas cercanas y para las horas más oscuras, una luz general en el centro acompañada de acentos en cada área son el complemento ideal.
Es buena idea utilizar bombillos ahorrativos y colocar interruptores independientes para cada zona.
Por la forma del diseño en L el ambiente en general posee armonía y equilibrio.
Aun así, es necesario prestar un poco más de atención para no recargar con excesos de elementos, materiales y muebles.
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