Esta es la historia de una hermosa casa construida con mucho cariño, integrando la naturaleza, los colores vivos, texturas y elementos translúcidos. La casa posee varios jardines que se entrelazan interiormente, a parte del externo que veremos en la fachada principal. Contiene un estilo muy contemporáneo y aún así, nos recuerda un pasado encantador.
El patio de la casa es un pequeño oasis privado de color lleno de personalidad, dando vida y refrescando el interior. Las ventanas abiertas a la vida y puertas de vidrio muestran el peculiar color de la casa, no solamente es rosa por dentro. Prepárense para sentirse inspirados.
Arquitectos: Taller Estilo Arquitectura,
Con un intenso color rosa nos topamos con la fachada principal, es acompañada por el galante verde, que va resguardando el acceso, nos invita amablemente a entrar y que el sol pasa a través de las hojas de esta enredadera tan especial. El rosado de sus paredes fue combinado con puertas, rejas metálicas negras y detalles blancos en la columna que sostiene el techo y también se hace presente en el arco de la entrada.
Nos recibe un gran espacio iluminado, donde el rosa claro baña a este amplio vestíbulo. El mueble de nichos amarillos y negros hacen juego con la ventana de estilo colonial, la mesa del centro suma un carácter más actual a la decoración. Todos los objetos del estante son obras de artistas mexicanos.
La sala y el comedor se integran en un mismo espacio, pero podemos apreciar como el patio azul nos llama mediante estas puertas corredizas, la vegetación parece que forma parte de la sala, ventilando el ambiente. El mobiliario color crema se coordina con los demás elementos de la habitación, las paredes y el techo reflejan mucha luz, hacen que cada detalle de la habitación resalte.
Un detalle que aparece casi en todas las habitaciones de la casa aquí no podía faltar, el ornamentado acabado de piso, descarta el uso de alfombras, cada espacio tiene una composición diferente de cerámicas, este elemento clásico llama mucha la atención. El dormitorio perfectamente favorecido en iluminación, no deja a un lado el romántico color rosado claro esencial en la personalidad de los propietarios.
El sueño de cualquier amante de este color tan especial. Si no fue suficiente rosado en el interior, espera a descubrir el área de la piscina turquesa. Es el corazón de la casa, donde surgen las emociones, es el lugar perfecto para relajarse. La fachada es una mezcla de arquitectura colonial con toques modernos, como el resto de la casa.
Desde arriba nos damos cuenta de las zonas verdes, como entra la luz naturalmente iluminando cada espacio, la casa con sus portales de hierro bañados en negros sirven como umbral hacia los diversos ambientes. Es una muestra de las fuertes raíces de la arquitectura mexicana, fiel a su cultura, tradición y gustos, no deja de inspirarnos.