Cuando hablamos de reformas, las de pequeños apartamentos son las que más nos emocionan. Además de intervenir en la estética, este tipo de proyectos buscan ganar más funcionalidad en espacios que por distribuciones anticuadas o malos planteamientos no aprovechan óptimamente la superficie. Es el caso del que visitamos hoy a través de este libro de ideas. Era un apartamento de playa más, situado en la localidad de Benidorm en Alicante. Sus vistas eran espectaculares, pero sus 50 metros cuadrados insuficientes para poder albergar con comodidad el programa necesario para una vivienda. Crea Design Studio se puso manos a la obra y consiguió cambiar por completo su realidad. Conocemos el antes y el después con esta selección de imágenes.
La cocina era pequeña, sin embargo, este no era el peor de sus defectos. La falta de criterio a la hora de organizarla la había convertido en una estancia desordenada y poco práctica. Su estética, además, tampoco era la más adecuada, y afeaba la zona de día a la que se abre. Todos los materiales y elementos necesitaban ser sustituidos por nuevos que funcionaran mejor en este tipo de cuartos húmedos para evitar oxidaciones como la que vemos en la fotografía.
Aunque no se amplió la superficie destinada a la cocina, se buscó una organización más óptima de sus usos. El fregadero pasó a la parte de la encimera, permitiendo incluir modelos de dimensiones más grandes. La campana extractora se integró en una pieza de almacenamiento superior, que complementa a la situada debajo de la bancada negra. El blanco, empleado tanto en el mobiliario como en el nuevo revestimiento cerámico de la pared, busca ampliar visualmente el espacio y ganar luminosidad.
El tabique que separa a la cocina del resto de la zona de día fue intervenido con el fin de que pudiera albergar la cocina, de color negro y altura media. Este gesto conformó además el comedor de la casa, al que nos asomamos en las siguientes imágenes.
Antes de la reforma, la zona de día resultaba oscura a pesar de la gran fachada de vidrio. La terraza intermedia captaba toda la iluminación, delegando la penumbra al espacio destinado como salón-comedor. Por otra parte, sus materialidades eran bajo nivel estético y práctico.
Pero si nos asomamos a la terraza podemos entender porqué esta estancia captaba toda la iluminación. Se trataba de un espacio profundo, que recorría todo el ancho de la casa dando servicio tanto a la zona de día como al dormitorio contiguo. La reforma decidió unificar este espacio exterior con la zona de día, dándole más superficie y, en consecuencia, más comodidad al salón.
Las antiguas carpinterías eran toscas y demasiado grandes, fragmentando las estupendas vistas de las que se rodea este apartamento de playa. Ahora, desde las alturas, la vivienda toma una panorámica inmejorable sobre el Mediterráneo gracias a este cerramiento de vidrio sin perfilería. La luz que ahora se cuela por la gran ventana llega hasta el último rincón del salón, uno de los espacios que más ganó tras la intervención.
Ahora con más metros cuadrados, el salón disfruta de un diseño totalmente renovado. Para combatir la oscuridad y ganar superficie, la terraza pasó de ser un espacio exterior a parte de la zona de día, albergando un ambiente diferente que descubriremos a continuación. A la oscuridad se le hizo frente con el color blanco, utilizado en paredes y también mobiliario. El antiguo pavimento de mármol se sustituyó por un laminado de madera, que aporta calidez y belleza.
En el rincón próximo a la cocina se colocó el área de comedor. Como decíamos antes, el saliente del muro se aprovechó para encajar una baqueta donde sentarse. Una mesa transparente y una silla de diseño terminan de completar esta zona, donde a través del papel pintado y la decoración se buscó crear una atmósfera coqueta y romántica.
Lo que antes era el antiguo balcón pasó a emplearse como la zona de trabajo y estudio de la casa. Aunque se encuentra abierta a la zona de día, el proyecto buscó darle cierta independencia conceptual y colocó entre ambas una estantería blanca y calada que permite que la luz la atraviese. En ella encontramos en forma de decoración las pasiones y los hobbies de la cliente: la fotografía, la lectura, los viajes y las plantas.
Este es el rincón de lectura, con una silla de diseño y una cómoda alfombra.
Lo que antes era la zona de terraza del dormitorio pasó a ser la nueva zona de estudio Se buscó crear dos ambientes diferentes: por una parte, una zona donde dibujar y crear y, por otra, una para el diseño con ordenador. Aquí, la pared del fondo se pintó de color fucsia, siguiendo el hilo cromático de la casa.
Por último, el nuevo dormitorio. A pesar de que se suprimió la terraza, la habitación cuenta con mejor iluminación que antes. Los colores blanco y fucsia siguen siendo los encargados de darle vitalidad a esta zona de noche. Encontramos detalles coquetos como el cabecero de la cama, que en vez de un mueble es un vinilo.
Hasta aquí el recorrido por este apartamento coqueto de playa. Si quieres conocer más proyectos como este, te recomendamos: