Atrás quedaron los acabados que escondían materiales e insumos, hoy más que nunca, se vale aprovechar las texturas de elementos que tenemos al servicio de la construcción. Justamente, uno de ellos es el ladrillo; a él dedicamos este artículo, pues usándolo adecuadamente puede enriquecer de forma contundente el interior de diversos espacios.
Miren estos ejemplos y anímense a aplicar éstas ideas a su proyectos.
Nada que evoque más a las cocinas de las abuelas que el uso de los ladrillos entre la alacena y el mesón. Una idea que apela a la nostalgia y que da resultados visuales grandiosos.
Un recurso perfecto para dividir dos espacios, puede ser un muro de ladrillos. Una alternativa funcional y decorativa, que incluso puede intervenirse con cuadros y ornamentos.
Al mejor estilo de las grandes fábricas de los años sesenta o setenta, nos topamos con un restaurante cuyas paredes poseen ese halo industrial que resulta grato y un tanto retro.
En caso de vivir en una casa construida en ladrillo, una excelente opción es sacar a relucir el ladrillo original. Los resultados sorprenderán a todos quienes vean la pared. Esta cocina, por ejemplo, es un proyecto de la firma inglesa Increation.
Un fondo ideal para estanterías o entrepaños, son los ladrillos. Su textura le brinda un matiz romántico y clásico a los muros y mucho más si están ubicados en segmentos estratégicos de la casa, como cocina o comedor.
Solo imaginen ladrillos que definen corredores de apartamentos, casas o edificios; pero si además, esos muros albergan estantes con recuerdos u objetos preciados, el resultado será fantástico.
Un espacio ideal para aprovechar las texturas de los ladrillos es la habitación principal. De hecho, la sola pared ya es un elemento decorativo por sí solo, que le brinda un color cálido al ambiente.
Otra forma de sacarle partido a los ladrillos a la vista es pintarlos; en este caso los vemos de blanco, pero existen otras posibilidades, la elección del tono es acorde a los espacios y los gustos de quién los habita.
Sin miedo a las combinaciones arriesgadas, nos encontramos con este restaurante de paredes de ladrillos y muros de metal. Los colores vibrantes se mezclan de maravilla con el ocre del material.
A la limpieza de una pared de ladrillos puede adicionársele un juego de lámparas que iluminen de manera puntual las texturas del muro. Para conocer más acerca de materiales y revestimientos, les sugerimos este artículo: ¡Ideas para revestir tus paredes ¡nunca más se verán aburridas!