7 consejos Feng Shui para la cocina para atraer la buena suerte

Cada detalle del diseño de la cocina es relevante, no en vano, es en esta estancia donde se manejan las energías en pro de la prosperidad. La aplicación de la doctrina del Feng Shui a la configuración de este espacio sugiere, por ejemplo, que ha de orientarse preferiblemente hacia el sur y ubicarse cerca de la puerta de entrada pero sin que, desde la misma, se aprecie su interior. Sin embargo, no resulta recomendable situar la puerta de la cocina frente al baño, colocar ambas estancias adyacentes a la entrada principal ya que, según el Feng Shui, este diseño debilitaría la energía vital pudiendo afectar, incluso, a la salud de los moradores. 

Otros consejos que aporta esta disciplina al respecto de su configuración es que debe organizarse de modo que quien prepara os alimentos no trabaje de espaldas a la puerta ni exista una ventana frente a la cocina.

La circulación de las energías es básica en el Feng Shui. La cocina es un espacio en el que confluyen varios elementos y su correcta colocación puede tener un reflejo positivo sobre nosotros. El agua se representa mediante elementos como el fregadero, el lavavajillas o la lavadora aunque el espacio está dominado, generalmente por el fuego hecho cocina, horno, microondas…  

Lo ideal es colocar cada elemento con sus homólogos evitando, en cualquier caso, que unos y otros estén enfrentados, ni bajo la ventana ya que eso podría conducirnos a la debilidad frente a las energías negativas. Tampoco es recomendable que queden a continuación en la cocina aunque, en este caso, pueden separarse mediante objetos de madera o metal.

El frigorífico es otro de los elementos a los que hay que prestar atención para aplicar la sabiduría milenaria del Feng Shui al diseño y decoración de la cocina. Sobre este elemento, las directrices son claras: debe estar rodeado de madera (puedes colocar algún accesorio o, incluso, una planta para conseguirlo) y, como no podía ser de otra manera, ha de estar libre de alimentos pasados o caducados. 

Completando este elemento práctico dentro de la cocina, la despensa también debe ceñirse a estas recomendaciones y, además, tiene que contar con una buena ventilación.

Si tuviéramos que establecer una comparación más o menos acertada con un escenario bélico diríamos que, tras la lucha frente a los fogones, la cocina ofrece una imagen digna de un auténtico campo de batalla. Sin embargo, el mantenimiento del orden es fundamental para el Feng Shui y, en este sentido, cada cosa ha de estar en su lugar. Los fogones, por ejemplo, representan el amor propio y, una vez utilizados, resulta de todo punto indispensable no bloquearlos con ollas, sartenes y enseres varios. 

Otros elementos con un significado bien diferenciado son el horno, que representa la entrada de dinero y la opinión de los demás sobre nosotros; y el fregadero, sinónimo en el Feng Shui de autoestima y amor de pareja por lo que, deben permanecer en perfecto estado de revista. Procura no colocarlos uno a continuación del otro porque eso podría traducirse en un conflicto económico. 

Lejos de lo que pueda parecer, la aplicación de las enseñanzas del Fengh Shui a la decoración de la cocina, no están reñidas con la incorporación de multitud de detalles. De hecho, fruto de ese carácter como punto de encuentro para la familia que le aplica esta corriente, se recomienda añadir a su diseño todo tipo de accesorios para incrementar la energía positiva y atraer la abundancia tales como frutas o accesorios con representaciones vinculadas a la alimentación. 

En lo que a colores se refiere, hay que procurar evitar el rojo o el azul para no saturar con los elementos de fuego y agua. Siempre que se pueda, lo ideal es apostar por tonos que transmitan tranquilidad, como el beige o el crema; verdes para promover el crecimiento económico o azul claro para incentivar la comunicación. Colores como el naranja o el amarillo son cálidos pero potencian la tendencia a comer constantemente. 

Aunque pueda resultar reiterativo, la organización de la cocina resulta fundamental en el Feng Shui, tanto que, el mantenimiento del orden y la limpieza es un elemento clave para conseguir sacar el máximo provecho de la energía positiva que acumulamos en esta habitación. Cuchillos, cubiertos y herramientas de cocina han de volver a su lugar una vez utilizados, lo mismo que los útiles de limpieza tales como fregonas o escobas que, por otro lado, deben guardarse siempre limpios. 

Si tenemos en cuenta que, para el Feng Shui, la cocina es un espacio eminentemente familiar, prescindir de los elementos electrónicos en la misma, esto es, televisiones, radios o teléfonos potenciará la comunicación entre los miembros. ¿La clave? Conseguir hacer de esta habitación un espacio acogedor y cálido.

No podíamos despedir este libro de ideas sin hacer una rápida mención a otras cuestiones que el Feng Shui traslada al diseño de la cocina. Como ya ocurriera con los objetos en forma de fruta o alimentos, las plantas también tienen su lugar en la decoración de esta estancia como sinónimo de prosperidad y contacto con la naturaleza. 

Por su parte, los espejos o elementos metálicos reflectantes son auspiciosos por lo que se recomienda colocar cerca de ellos plantas, frutas u objetos de madera. 

En última instancia, si tu cocina y comedor comparten un mismo escenario procura separarlos, al menos, visualmente y recuerda que, el fin último de la aplicación del Feng Shui al diseño de tus interiores no es otro que confeccionar espacios para mejorar el desarrollo de la vida en su interior. 

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