Maneras efectivas de disciplinar a los chicos en casa

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A casa di Giulia, Plastudio Plastudio غرفة الاطفال
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Cuando se trata de disciplinar a los niños, nada es mas necesario que predicar con el ejemplo. Como adultos, tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos el valor de la disciplina, el trabajo en equipo y la colaboración, empezando por desarrollar esas virtudes en nosotros mismos.

La forma en que nos comunicamos y la manera como les impartimos disciplina juega un rol vital a la hora de lograr colaboración. Esta comunicación, para ser efectiva, debe seguir algunos parámetros.

Es importante dirigirnos a los chicos utilizando palabras instructivas y comprensivas, no palabras destructivas e insensibles, o lo que es lo mismo, educar desde lo positivo y no retando o menospreciando. Si tu hijo siente que se lo respeta y se lo toma en cuenta, es mucho más probable que obedezca de buena gana.

Es importante mantener una comunicación calmada y un tono neutro que transmita seguridad y control, ya que esto los chicos los niños lo identifican de inmediato. Si perdemos los estribos estamos mandando el mensaje equivocado, que ellos interpretan como inseguridad y falta de autoridad.

Un truco para la comunicación efectiva es mirar a tu hijo y llamarlo por su nombre a la hora de imponer reglas, que deben ser claras y consistentes. Por ejemplo, si el tiempo permitido para mirar TV es solo una hora diaria, esto debe ser comunicado de forma clara y se debe hacer cumplir para establecer un entorno de credibilidad y confianza. No queremos criar chicos inseguros y rebeldes, o que obedezcan por miedo, sino mas bien hacer que ellos entiendan la importancia de la disciplina y se sientan motivados a colaborar desde un lugar de auto estima.

Involucrar a los chicos en la cocina

No hay nada que los chicos disfruten mas que ensuciarse las manos con la masa. Cocinar es una actividad que se puede realizar y disfrutar en familia y que ayuda a que los chicos no solo se diviertan, sino que además influye en sus hábitos alimenticios. Si tu hijo es difícil a la hora de comer, involucrarlo en la preparación de los alimentos es una forma segura de que luego se interese por comerlos. Vas a ver que estará encantado de probar las comidas que el mismo haya ayudado a preparar.

Anímalos a que te ayuden a medir, lavar, pelar y alistar todos los ingredientes necesarios asegurándote siempre de que los utensilios y las tareas sean seguras para ellos y dejando el manejo de los cuchillos a los adultos.

Amasar albóndigas o trabajar una masa de galletas, empanar milaneses, rellenar ravioles o colocar los ingredientes sobre una pizza son algunas de las cosas divertidas que los chicos pueden hacer. Es importante dejar espacio para la creatividad y permitir que el chico pueda tomar algunas decisiones. Por ejemplo, dejándolo elegir el tamaño y forma de las galletas, los ingredientes que van sobre la pizza, etc.

Restringir el uso de Internet y fomentar las actividades grupales

En muchas familias, el uso de Internet es una batalla constante y los padres se enfrentan todo el tiempo a un gran desafío con sus hijos, que quieren estar todo el tiempo pegados de la pantalla, de la tablet o jugando videojuegos en el smartphone. Y sabemos por experiencia que no es nada fácil prohibirle a un chico que lo haga. Los chicos de hoy son nativos digitales que manejan dispositivos móviles inclusive antes de aprender a caminar y esto les viene reforzado desde la escuela y desde el entorno. Son dueños de su propio entretenimiento, que moldean según su preferencia cuando y como quieren, de manera aislada. Si no es controlado y bien administrado, el uso de Internet puede generar problemas de aislamiento y desarrollo psico- social. ¿Qué padre no se ha dejado tentar y le ha dado al chico el teléfono para contener una pataleta en el auto? No es una tarea fácil.

Para manejar la adicción a la pantalla la clave está en la moderación y no en la prohibición. Lo ideal es restringir el uso a periodos específicos de tiempo durante horas fijas del día, y a la vez fomentar actividades grupales que lo ayuden a conectarse con el entorno y con otros chicos de su edad.

Un buen punto de partida es averiguar cuales son sus preferencias y enfocarse en actividades para las cuales tenga una inclinación natural.

La idea es promover el desarrollo de sus talentos innatos a través de actividades como el deporte, las manualidades, la danza, la natación, o cualquier actividad en la que se interesen, involucrándonos junto con ellos. Si a tu hijo le gusta patinar, por ejemplo, es una buena idea que te compres un par de patines y que salgan a patinar en familia. De esta forma, no solo enseñas con el ejemplo sino que además estas fortaleciendo el vínculo. Asiste con tu hijos e involúcrate en con ellos en sus actividades todas las veces que te sea posible.

Una forma sencilla de poner a tus hijos en contacto con otros niños es llevándolos al parque. Si notas que tu hijo es tímido y le cuesta un poco al principio, una buena manera de ayudarlo a integrarse es llevarlo junto con algún amiguito con el que ya tenga confianza, así estará mucho mas abierto a integrar a otros chicos en los juegos y se sentirá mas confiado.

También se puede organizar un play date con algunos amiguitos en casa, y tener planificadas algunas actividades con antelación para que los chicos hagan. Verás que ellos mismo te van a empezar a pedir invitar amiguitos a casa sin necesidad de obligarlos. La idea es ir incorporando de a poco la presencia de otros chicos en su rutina y fomentar la interacción social sin forzarla. Hay que estar pendientes de intervenir si los chicos se pelean o se aburren, cambiando de juego y manejando con naturalidad los pequeños conflictos que se puedan presentar con una actitud positiva y relajada.

Darle al chico un proyecto que pueda hacer el mismo

Encontrar proyectos que puedan hacer ellos mismos en casa es una manera de desarrollar la creatividad y estimular su intelecto – además de mantenerlos alejados de la tele o la computadora.

Un proyecto genial y fácil para los chicos es pintar una pared. Una buena idea es elegir una pared del cuarto de juego o de la habitación de los chicos y usarla como un canvas (cuidando de cubrir bien los pisos con plástico) ¡Y dejar que empiece la diversión! 

Aprovecha para enseñarles a usar las brochas y el rodillo, o bien dales libertad creativa para que se diviertan y creen su propio arte. Si esto te parece un poco arriesgado, te proponemos otra opción menos aparatosa: pinta una pared de la casa con pintura de pizarrón y deja que tus hijos hagan dibujos con tizas de colores que puedan ir completando poco a poco. La tarea puede ser ir armando una granja dibujando todos los días un nuevo animalito hasta haber completado el proyecto, que se podrá borrar para empezar uno nuevo una vez terminado.

Hacer que el niño limpie una habitación de la casa

Hacer que los chicos colaboren con las tareas domésticas desde una edad temprana nos asegura que el día de mañana sean personas independientes y es clave en el desarrollo de valores como la cooperación, la responsabilidad y la valoración del trabajo. Lo importante es razonar con tu hijo y hacerlo entender la importancia y los beneficios de tener una casa ordenada y no hacérselo ver como una obligación.

En una fase inicial, mientras estamos trabajando en inculcar el hábito, podemos pedirles que se hagan responsables de ordenar su propia habitación, enseñándolos donde va cada cosa y motivándolos con una recompensa como ver la tele. Es muy importante el refuerzo positivo; animalo y nunca critiques su trabajo. Reconocer y elogiar al chico por la tarea realizada lo alentará a seguir colaborando y a hacerlo de buena gana.

Como todos los hábitos, la clave es la repetición. Como adultos hay que ejercitar la paciencia si el chico se muestra renuente al principio y tratar de que ordenar se perciba como algo lúdico y no como un castigo o una imposición. No olvides nunca usar con tu hijo las palabras por favor y gracias. Así lo estarás ayudando a incorporar estos términos importantes en su vocabulario y enseñándole civismo y amabilidad.

Darle actividades de jardinería para mejorar su contacto con la naturaleza

A todos los chicos les encanta estar en contacto con la naturaleza, llenarse de barro y ensuciarse la manos, y esto es algo que debemos fomentar.

Según un estudio comparativo de la organización Children and Nature, los chicos que practican la jardinería disfrutan más del aprendizaje y sacan mejores notas en ciencia. Enseñar a tu hijo a sembrar alguna planta que el mismo tenga que cuidar y regar todos los días para verla crecer es una excelente forma de inculcarle amor por la naturaleza y desarrollar su conciencia ambiental.

Hacerlo responsable de una tarea específica

Además de colaborar en la limpieza, podemos hacer que el chico sea responsable de una tarea fija como por ejemplo su mochila escolar. Bajo tu supervisión, el o ella será el único responsable de revisarla todos los días, sacar lo que se queda en casa y meter lo necesario para la escuela, asegurándose de tener su tarea, los lápices, sacapuntas, gomas y todo lo necesario para el colegio.

La idea es que el niño vea la mochila como algo su propiedad que está bajo su total responsabilidad. Hacerse cargo de esta pequeña tarea lo ayuda a desarrollar su autoestima, su independencia, su sentido del deber y fomenta la responsabilidad.

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