الرجاء استخدام متصفح احدث لان نسخه المتصفخ خاصتك غير مدعومه حاليا
حتي يتثني لك الحصول علي تجربه تصفح افضل لتصميمات المنازل لدينا، الرجاء تحميل نسخه متصفح أحدث مجانا من خلال النقر علي هذا الزر
Uno de los conceptos que más define el diseño de una vivienda es el uso que vamos a darle. La manera en que habitamos las casas marca nuestras necesidades y en consecuencia la forma en que debemos distribuirla y crearla. No es lo mismo una vivienda para una familia con hijos que otra para una persona soltera. Igual que no se diseñan de la misma forma los apartamentos en la playa que las casas de uso habitual.
Quizá por eso el auge de los apartamentos vacacionales, esas casas que se alquilan para corta estancia, están imponiendo un estilo muy particular de diseñar los interiores de las viviendas. Al tratarse de casas sin un destinatario con nombre propio, se busca crear un ambiente apto para todos los públicos. Es el caso de este maravilloso apartamento en París, cuya formidable transformación vemos paso a paso en este libro de ideas:
Relegada a un pequeño hueco, la cocina de esta vivienda no tenía ninguna intención de convertirse en el alma de la casa. Y es que aquí la búsqueda de la funcionalidad, siempre importante a la hora de diseñar este tipo de estancias, se ha olvidado totalmente de la estética: alicatado desfasado y muebles aburridos. ¿Alguien da más?
Borra de tu cabeza la imagen anterior porque la nueva cocina no tiene absolutamente nada que ver con la antigua. Sigue destinada a un espacio pequeño y un poco encajonado, pero el arquitecto ha sabido sacar provecho y crear una habitación donde, además de funcionalidad, prima la belleza, que ayuda a mejorar la sensación hogareña y agradable de la casa.
La cocina juega con el contraste de la madera y el negro, con un alicatado tipo metro que le da un aire urbano y sofisticado al espacio. Muy al estilo de la ciudad donde se encuentra, París.
Aunque el piso antes de la reforma tenía algunos detalles que aun hoy siguen siendo modernos, como la concepción diáfana del espacio de día, los materiales y colores tenían poca personalidad. Precisamente la reforma de este piso de 55 metros cuadrados iba en esa dirección: dar alma a esta casa anodina y aburrida.
Y ¿cómo hacerlo? Empleando con inteligencia los colores y las combinaciones de tonos. Para empezar, la reforma se ha arriesgado con colores que normalmente asustan un poco: el negro y los tonos rojizos. Esta es una de las ventajas de los apartamentos vacacionales. Con ellos podemos innovar y arriesgarnos a utilizar esos colores que a veces no usamos por miedo a acabar cansados de ellos.
Aquí, la estantería ha sido pintada de color marsala y el cambio es sustancial. Además, el uso del negro, que ya veíamos en la cocina, contribuye a crear un aire elegante y cosmopolita.
En esta vivienda apenas se han modificado las estructuras ni se han tirado tabiques. El grueso de la reforma se ha centrado en revitalizar los elementos ya existentes. El caso más claro es la chimenea, que sigue teniendo el mismo aire solemne y clásico que antes, pero el conjunto que lo rodea lo convierte en una pieza anacrónica, que aporta el toque ecléctico que todo salón necesita. Aquí, como en la estancia que veíamos antes, también se ha jugado con los colores, aunque esta vez con un tono más suave de verde. El negro sigue dando el contrapunto y los muebles de diseño, con la original mesa de metal y madera, le dan un aspecto lujoso y lleno de estilo.
La vieja casa tiene algunos elementos de especial belleza. Es cierto que su estado no era el más recomendable, pero con una buena rehabilitación los maravillosos suelos de madera podían volver a la vida. Eso por no hablar del radiador de metal, un toque vintage al que, tras la reforma, se le ha sabido sacar partido.
El dormitorio mantiene estos elementos pero haciéndolos suyos. Así, la madera es una protagonista más discreta del suelo, pero sigue estando ahí. Por otro lado, el radiador ha sido pintado del mismo tono intenso de azul ultramar con el que se ha revestido también la pared principal y la que está justo frente a la cama. No falta tampoco un muro con papel pintado, que le da un encanto muy especial a este coqueto dormitorio.
No se trata de un cuarto de baño en mal estado, al contrario, el gresite de los revestimientos tiene bastante calidad, hay un práctico radiador toallero eléctrico frente a la bañera y el cuarto de baño está regado de luz gracias a la ventana. Entonces, ¿qué falla aquí? Un poco de estilo y de clase… Por suerte la reforma se lo ha dado.
La luz se ha potenciado en este moderno cuarto de baño donde el blanco predomina por encima de cualquier color. Eso sí, no falta el toque de negro que veíamos en otras habitaciones, o el detalle en azul ultramar del nuevo radiador toallero.
¿Te ha gustado este apartamento vacacional? Pues cambiamos París por Madrid y descubrimos una reforma que te dejará sin palabras: Un oasis en pleno centro de Malasaña.
