¿Dormir bien? ¿Es posible? Lograr el descanso perfecto depende de una serie de factores y la decoración y el interiorismo no son ajenos. Por ejemplo, elegir los muebles adecuados para el dormitorio es muy importante ya que de esa elección dependerá la comodidad y funcionalidad del espacio. Pero no es lo único.
Otra de las claves para dormir bien y tener el descanso asegurado se relaciona con la paleta de colores elegida para decorar el cuarto. No es lo mismo una pared pintada de blanco, violeta o azul. Según la psicología del color, cada uno de ellos evocan diferentes emociones como calma, serenidad o plenitud.
Y si hablamos de descanso, aunque suene obvio, algo esencial para dormir bien se relaciona con la cama y con todo aquello que la rodea o forma parte de ella, como es su ubicación, el tipo de colchón y la ropa de cama.
Para dormir bien, los muebles del dormitorio son imprescindibles y escoger una buena cama, sin duda, es fundamental. Por lo general, pasamos un tercio de nuestra vida en la cama. Por lo tanto debe ser cómoda y duradera.
Con patas o rebatible, para los lugares con poco espacio. Ya sea matrimonial, Swin, Queen o King debe ir acompañada de un buen colchón, el cual puede ser blando, duro o muy duro. Lo mejor es elegir un término medio así se descansa al máximo la espalda.
La medidas de una cama pueden variar según la necesidad, pero las medidas estándar son:
¿Cuál es la mejor medida? Según cuánto midamos, se debe sumar 20 cm a la medida estándar.
La almohada también garantiza el descanso. De plumas, sintéticas o de espuma son algunas opciones. Aunque, en la actualidad existen propuestas muy modernas fabricadas en cáscara de alforfón, poly cluster o de latex.
Consejo: para dormir bien, se aconseja las almohadas cervicales porque buscan la forma anatómica exacta.
Otra clave para garantizar el descanso es la ubicación de la cama. La configuración del dormitorio debe ser cuadrada. La cabecera de la cama tiene que estar alejada de la puerta de entrada y no tiene que estar en línea recta ni con ella, ni con la del baño.
Tips: si hay espejos nunca deben reflejar la cama o ubicarse sobre la cabecera.
Por otro lado, el orden y la limpieza son fundamentales para dormir en armonía. Para eso, lo mejor es un buen clóset. Puede ser cerrado o abierto e incluir un vestidor. Todo depende de la cantidad de metros que se disponga. Lo importante es que sea funcional, con varias cajoneras o espacios de guardado.
El dormitorio también puede ser espacio de trabajo o estudio. Ambas actividades también inducen al sueño. Entonces si hay bastante metraje se puede sumar un escritorio o sillón. Lo mejor es ubicarlo en la pared contraria a la cabecera de la cama.
La mesa de luz tampoco puede faltar. Perfecta como apoyo y para guardar objetos, debe ir ubicada hacia ambos lados de la cama. Ya sea flotante o con patas, es el mejor lugar para colocar una lámpara o un libro. Y qué mejor que leer de noche para llamar al sueño.
Como hemos mencionado, decorar un dormitorio es una oportunidad para crear y reflejar el estilo personal. Tanto si sueña con un refugio súper tranquilo y relajante o con un lujoso dormitorio que te haga sentir en el mejor hotel, el interiorismo dependerá de los muebles que se elijan y la paleta de colores a utilizar.
Por otro lado, no puede faltar un buen diseño de iluminación, para resaltar algún aspecto en especial o una alfombra para añadir estilo. Además algunos almohadones y ropa de cama, que, no cabe duda, agregan aún más personalidad.
La decoración del dormitorio, además puede sumar algún objeto de diseño que llame la atención con su originalidad. Los cuadros decorativos, son una alternativa. También lo son las plantas; aporta energía, color y notas naturales.
¿Blanco, azul, verde? ¿Qué color escojo? Si se quiere lograr un cuarto tranquilo y de ensueño, la mejor opción es azul claro.
Para dormir bien y con armonía se pueden combinar colores como beige y blanco. Un dormitorio romántico se logra con colores como el rosa que trasmiten tranquilidad. La serenidad o creatividad viene de la mano del morado. Y la relajación absoluta y calidez es responsabilidad del ocre. ¿Verde? No falla. Energía, vitalidad y serenidad asegurada.
Y si hablamos del dormitorio, la ropa de cama es otro de los elementos estrellas. Práctica y estéticamente atractiva es muy importante. Pensemos que entre ellas se pasa un promedio de 8 horas al día. ¿Pero qué se debe tener en cuenta a la hora de elegirla?
Tipo de material, este dato es clave. El material elegido tiene que permitir la absorción y evaporación de la humedad. Otro detalle a tener en cuenta es la transpirabilidad del textil elegido.
Y si pensamos en sábanas e hilos, aunque las opciones son numerosas, lo mejor es el algodón peinado. Aunque también se puede elegir: lino, mocrofibra, algodón egipcio o pima.
Si bien, la ropa de cama añade estilo y personalidad, se aconseja elegir una sábana blanca antes que una estampada o tintada. ¿Por qué? Las sábanas blancas conservan inalterable las propiedades naturales de la fibra de algodón. Además son una propuesta más ecológica.
Un tip: es recomendable elegir sábanas que tengan entre 200 y 400 hilos por pulgada ya que son más duraderas y, para dormir bien, algo muy importante: son más suaves.
Sí no hay mucho presupuesto, las de poliéster con algodón son más económicas y fáciles de planchar.
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